Tras recibir un reporte en redes sociales sobre el hallazgo de los restos de un presunto gato en una bolsa de supermercado, personal del Ayuntamiento de Mérida, a través de la Unidad de Protección Animal (UPA) en coordinación con la Fiscalía General del Estado (FGE), acudió al lugar para investigar, entrevistar a testigos y asegurar el contenido de la bolsa para realizar los peritajes correspondientes.

Los análisis periciales determinaron que se trataba de los restos de un conejo, presumiblemente sacrificado para consumo humano, y no de un gato como se informó inicialmente. El desecho de estos restos en la vía pública constituye una práctica inadecuada, ya que contraviene las normas de higiene y convivencia ciudadana. No obstante, a partir del peritaje realizado, no se advierte un caso de crueldad animal.

La UPA hace un llamado a los ciudadanos para reportar y denunciar cualquier caso de maltrato animal a través de los canales oficiales, comunicándose al 070 de Ayuntatel o mediante las redes sociales de la Unidad de Medio Ambiente y Bienestar Animal.

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