Doña Lilia Castro Tello, de 61 años, quien ha trabajado durante 21 años vendiendo frutas, paletas y chicharrones en el Conalep Mérida 1, denunció que la nueva administración del plantel, encabezada por el director Joséfah Hernández Hernaden, le exigió un pago de 10 mil pesos para continuar con su labor dentro de la institución.
De acuerdo con la afectada, quien enfrenta problemas de salud debido a un diagnóstico de cáncer, anteriormente pagaba 900 pesos semanales por su espacio. Sin embargo, la cafetería concesionada habría acordado con la escuela un pago de 25 mil pesos semanales por ambos turnos, lo que presuntamente llevó a la decisión de retirar a los vendedores independientes.
Además, la vendedora señaló que el nuevo concesionario de la cafetería sería un amigo del director, lo que ha generado inconformidad y sospechas entre la comunidad escolar.